Grupos Interactivos



“En educación Secundaria, los grupos interactivos pretenden, entre otros objetivos, disminuir la competitividad y generar solidaridad, y aumentar simultáneamente el aprendizaje académico y la participación del alumnado en las clases. Los grupos interactivos están pensados para que el alumnado pueda recibir una educación de máxima calidad. Para ello, no se trata de sacar ciertos alumnos y alumnas de clase, sino (al revés) de introducir en el aula los recursos necesarios para que esos niños y esas niñas puedan seguir su educación con las máximas expectativas posibles”

(Gràcia y Elboj, 2005:105).


Esta actividad es probablemente una de los cambios metodológicos “de aula” más importantes que propone Comunidades de Aprendizaje, aglutinador de las ideas de aceleración de los aprendizajes, pedagogía de máximos, escuela inclusiva y aprendizaje dialógico. Basándonos en una serie de autores consultados (Jaussi, 2002; Gràcia y Elboj, 2005; CREA, 2002; Ferrer, 2005; Puigvert y Flecha, 2004; Aretxaga y Landaluce, 2005; Vega, 2005; Adell y otros, 2004; Lleras y otros, 2001; Aubert y otros, 2000; Flecha y Puigvert, 2002; Valls, 2005a)

Esta actividad parte de la base de que en la actualidad lo que cada niña o niño aprende depone cada vez más del conjunto de interacciones de las personas adultas con las que se interrelacionan. Por tanto, si queremos mejorar su aprendizaje tendremos que transformar esas interrelaciones. Con los grupos interactivos basados en el aprendizaje dialógico, nunca se separará un niño o niña de su clase. Su esencia es la interacción, tanto entre iguales como con otras personas adultas. De este modo eliminamos el etiquetaje y la baja autoestima propias de otras estrategias segregadoras (agrupamientos por niveles, por ejemplo). Los grupos interactivos son lo contrario de la segregación: en lugar de decir que saquen alumnos del aula, el profesorado pide ayuda para que entren más personas en la misma.

Los grupos interactivos son agrupaciones heterogéneas donde más de un adulto dinamiza el trabajo del alumnado. Estos adultos pueden ser dos profesores, una profesora y profesionales de otros ámbitos, o profesorado y voluntariado. Lo importante es no separar al alumnado en función de sus dificultades, sino potenciar sus aprendizajes en el aula. Estos grupos estarán compuestos por cuatro o cinco alumnos o alumnas, teniendo en cuenta que sean heterogéneos, tanto en género como en nivel de aprendizaje u origen cultural: “con el trabajo diario se comprueba que avanzan mucho más todos juntos, y sería una lástima perder todo este enriquecimiento mutuo” (Adell y otros, op. cit.:s.p.). Cada grupo tiene un tiempo para hacer una determinada actividad o conjunto de actividades, tras el cual rotará e irá con otro voluntario a hacer otras actividades distintas.

Los objetivos básicos de los grupos interactivos son:

  • Desarrollar operaciones cognitivas elementales, tales como la memoria, la atención, etc.
  • Aprender las reglas prácticas para la ejecución de un dominio de tareas.
  • Elaborar y utilizar mecanismos de pensamiento para la resolución de problemas.
  • Desarrollar procesos de aprendizaje cooperativo y dialógico.
  • Introducir en el aula todas las interracciones que sean necesarias para que los alumnos y alumnas aprendan lo necesario para afrontar la actual sociedad de la información.

En los grupos interactivos, las aulas se abren a la comunidad y es cuando realmente la comunidad se convierte en una Comunidad de Aprendizaje. Los adultos que entran a las clases colaboran de forma voluntaria en el desarrollo de los contenidos académicos. De este modo se potencia el rendimiento académico mediante una reducción importante de la ratio tutor-alumnos. En cada pequeño grupo, el voluntario puede seguir el trabajo de cada alumno, identificar las dificultades, fomentar que lleguen a resolverlas ayudándose entre sí, enriquecer las interacciones… Este tutor o tutora adulta no es un profesor del grupo, sino una persona que favorece las interacciones entre las niñas y los niños,“si un niño no sabe hacer una cosa, anima a la niña de su lado a que se lo explique” (Puigvert y Flecha, op. cit.:30). Este intercambio de conocimientos “no sigue un formato o secuenciación preestablecida, sino que lo establece el propio alumnado a partir de su propia experiencia. La mayoría de las veces, las explicaciones que ofrecen los niños o niñas que acaban de efectuar un aprendizaje determinado son mucho más ilustrativas que las que puede realizar el mismo profesorado. El alumnado suele utilizar un lenguaje más próximo y tiene la experiencia de aprendizaje mucho más reciente, con lo cual, suele explicar a sus compañeros y compañeras mucho mejor los ejercicios” (Flecha y Puigvert, 2002:s.p.).

La entrada de otras personas adultas en el aula supone una mayor creatividad y una búsqueda constante de cómo enseñar mejor, y es muy importante en este sentido que estas personas tengan niveles altos de expectativas y confíen en las capacidades que los alumnos y alumnas tienen para aprender y lograr el éxito académico y social.

Pero aunque el apoyo recae en los distintos tutores, el profesor o profesora titular de la asignatura no deja de velar por el correcto desarrollo de los contenidos académicos y de habilidades concretas de tipo cooperativo. Así se garantizan no solo la coherencia de los contenidos en cuanto al currículo, sino también la correcta evaluación de los objetivos atendiendo a criterios técnicos y profesionales. El profesor responsable del aula es quien programa las actividades didácticas con relación a unos objetivos curriculares, dinamiza la sesión y coordina los tiempos. El papel del voluntario es potenciar el trabajo en grupo y la ayuda mutua entre el alumnado. El profesor titular es responsable de preparar cuatro o cinco tareas para cada uno de los grupos de clase, guiar al voluntario y evaluar los distintos grupos, aunque teniendo en cuenta en la evaluación al menos una vez al trimestre la opinión del resto sobre algún alumno o alumna en concreto, no necesariamente sobre todos. En el siguiente cuadro podríamos resumir las tareas del profesor o profesora y del voluntario o tutor de cada pequeño grupo (tomado de Ferrer, op. cit.:68):

Tareas del profesor

Tareas del voluntario-tutor

1. Preparar el material curricular y desarrollar los

contenidos de cada grupo.

2. Distribuir al alumnado en grupos.

3. Preparar el ambiente del aula y la estructura

organizativa.

4. Distribuir el tiempo.

5. Estar en un grupo o en varios como voluntario-

tutor.

6. Hacer un seguimiento de todos los grupos y

mantener el criterio general del aula como grupo-

clase.

7. Ofrecer una conclusión de todos los grupos.

8. Establecer criterios de evaluación y evaluar.

1. Explicar su actividad académica y generar una

interdependencia positiva con relación a los logros

individuales y grupales.

2. Explicar los criterios de éxito.

3. Orientar y asignar papeles de trabajo.

4. Supervisar y dar apoyo al alumnado del grupo.

5. Intervenir para enseñar habilidades de cooperación

y potenciar la tutoría interna en el grupo.

6. Contribuir a la evaluación.

En los grupos interactivos se combinan en una misma actividad los valores de tolerancia o solidaridad y el aprendizaje instrumental, puesto que tanto el niño que es ayudado como el que ayuda están realizando un aprendizaje y se hacen un mayor número de actividades en el mismo tiempo lectivo. En los grupos interactivos, “la creación de entornos de aprendizaje eficaces se condiciona a la construcción de un clima en el aula basado en la comunicación y la cooperación” (Ferrer, op. cit.:64)

Además, mediante los grupos interactivos, las familias, el voluntariado, etc., pueden entrar en espacios de funcionamiento del centro a los que no podrían acceder de otro modo. Así es como se generan dinámicas que acercan al alumnado, profesorado, familias y escuela.


2 comentarios - Click aquí para comentar :

Anónimo dijo...

Buenos días. Quien firma la entrada. ?necesitaría saberlo para citarlo en un trabajo so bre el tema. Muchas gracias

Red Utopía y Educación dijo...

Hola:

Esta entrada, junto a la mayoría de los textos relacionados con Comunidades de Aprendizaje, fueron un trabajo colectivo de varios profesores y profesoras de la Red Utopía y Educación. Tal vez lo correcto sea citarlo como "Red Utopía y Educación", y el año de publicación es el 2006.

Estaremos encantados de que compartas con nosotr@s tu trabajo, una vez terminado y/o publicado.

Un saludo.